Despierta en los niños la pasión por el arte

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Cuando los niños pequeños deslizan su pincel hacia arriba y hacia abajo en una hoja de papel o lienzo en blanco, hacen garabatos con crayones o marcadores y cortan y pegan con tijeras y pegamento, están haciendo mucho más que crear su próxima obra maestra.

El arte, ya sea música, danza, teatro o visual, mejora el aprendizaje de todo tipo. Dar a conocer las diferentes modalidades a nuestros peques desde pequeños es clave.

El cerebro humano

Gran parte de nuestra educación formal se basa en la lógica y el pensamiento racional. La forma en que los niños memorizan vocabulario, ecuaciones matemáticas e incluso las mayúsculas de cada estado utiliza el hemisferio izquierdo del cerebro.

Y, sin embargo, las actividades del cerebro derecho son las que cautivan a los niños pre-verbales: el contraste de blanco y negro que ve un recién nacido, la música con la que un bebé mueve los dedos de las manos y los pies, y la canción de cuna de la abuela que calma a un bebé que llora.

El amor por el arte comienza al nacer.

Una línea en la conocida historia de Winnie-the-Pooh dice: «A veces, las cosas más pequeñas ocupan más espacio en tu corazón». Esa cita se puede decir sobre el amor de los padres por su recién nacido, pero también sobre el amor de un niño pequeño por la música, el canto, el baile y los tonos brillantes mientras garabatean, colorean y pintan con los dedos.

Desde que nacen los bebés, lo padres o abuelos, los cargan, les cantan canciones y bailan y se mueven con ellos. Les muestran libros con hermosos dibujos, llenos de colores, y se imitan los ruidos de animales.

Los niños son como esponjas, todo lo absorben y es genial sacarlos y ver como observan y aprenden.

Presentar a tu hijo a la música y la danza

El mejor momento para presentarle la música a su hijo es lo antes posible, preferiblemente antes de que nazca, y es que desde que el bebé está en el útero, puede escuchar cuando su madre le lee o le canta.  Se sabe que el feto se mueve al ritmo del habla de la madre después del sexto mes de gestación.

Después de su nacimiento, puedes estimular su amor por la música cantando nanas, o cualquier canción que veas que le tranquiliza.

A los más grandecitos, les puedes animar a que imiten a los animales y muevan sus cuerpos en el espacio con la música (y que sigan instrucciones) mejora las habilidades motoras gruesas. Es por eso que las escuelas de baile inscriben a niños pequeños y preescolares.

No se trata de enseñarles la técnica formal del ballet, sino de construir una progresión de habilidades motoras en una secuencia específica.

Si la música es lo que quiere presentar a su hijo, lo mejor que puedes hacer es cantar con tus hijos. No importa si tienes buena voz, porque al igual que un cerrajero aprecia tener las herramientas necesarias para hacer bien su trabajo, un hijo siempre va a apreciar y confiar en la voz de sus padres.

Interactuar a través de la música con tu hijo de una manera positiva y atractiva genera confianza, autoexpresión y fomenta la experimentación con su instrumento natural: su voz.